Homotoxicología

Es una rama de la medicina que estudia de manera científica las enfermedades ocasionadas por toxinas endógenas y exógenas, que bloquean la función metabólica celular, los tejidos y los órganos del ser humano. (Reckeweg, 1992)

El fundador de la Homotoxicología, el Dr. Hans Heinrich Reckeweg, nació en 1905 en Herford, Westfalia. Estudió medicina en la Universidad de Wurzburg, donde se mostró especialmente interesado por la anatomía y por los procesos químico-fisiológicos, alcanzando su doctorado entre 1928-1929.

Su interés por la Homeopatía se confirmó a raíz de una grave enfermedad de su padre que fue exitosamente tratada con Homeopatía, obteniendo una curación que por medios convencionales había sido imposible lograr.

El Dr. Reckeweg dedicó toda su vida a encontrar el punto de enlace entre la Medicina Alopática y la Medicina Homeopática.

En 1936 abrió su propio laboratorio farmacéutico homeopático donde investigó a profundidad todos los principios homeopáticos (Laboratorios Heel en Alemania) y posteriormente en Estados Unidos los Laboratorios BHI.

En 1952, cuando da a conocer el concepto terapéutico de medicina biológica llamado Homotoxicología, no solamente creó una nueva línea de Medicina Homeopática  usando componentes naturales, también creó un enfoque terapéutico basado en la activación de mecanismos auto regulatorios del cuerpo  usando estas mismas medicinas naturales.

El desarrollo en el campo de la Homotoxicología no murió con Reckeweg, actualmente la Sociedad Internacional de Homotoxicología con sede en Baden, Alemania  fundada en 1961, sirve como institución de investigación, educación y otras actividades dentro del campo de la Homotoxicología.

Todos los procesos, estados y fenómenos que denominamos enfermedades, son la expresión de que el organismo está luchando frente a sustancias nocivas, intentando desactivarlas y eliminarlas. El organismo puede ganar o perder esta lucha, pero aquellos procesos que denominamos enfermedades constituyen siempre procesos biológicos convenientes, es decir procesos de armonía con la naturaleza que sirven para la defensa contra las sustancias nocivas y la desintoxicación.

La palabra se forma del latín Homos que significa hombre; y del griego toxicon, veneno, y logos, tratado o estudio.

Todos los procesos, estados y fenómenos que denominamos enfermedades, son la expresión de que el organismo está luchando frente a sustancias nocivas, intentando desactivarlas y eliminarlas. El organismo puede ganar o perder esta lucha, pero aquellos procesos que denominamos enfermedades constituyen siempre procesos biológicos convenientes, es decir procesos de armonía con la naturaleza que sirven para la defensa contra las sustancias nocivas y la desintoxicación.

La palabra se forma del latín Homos que significa hombre; y del griego toxicon, veneno, y logos, tratado o estudio.

¿Cuál es la diferencia entre Homeopatía y Homotoxicología?

La Homotoxicología trabaja a partir de sustancias altamente diluidas que dan el estímulo necesario para que el cuerpo recupere la salud de la misma manera que la Homeopatía. Sin embargo, la Homotoxicología lleva a la Homeopatía a otro nivel, asociando los medicamentos homeopáticos clásicos con vitaminas homeopatizadas, catalizadores de procesos metabólicos, oligoelementos, nosodes, entre otros. De esta manera, la Homotoxicología puede considerarse una Homeopatía ampliada y complementada.

Al igual que la homeopatía, los medicamentos homotoxicológicos son compuestos muy diluidos. Es por esto que en su inmensa mayoría no presentan efectos deletéreos en la salud. Se sabe que los medicamentos homotoxicológicos ejercen su acción a nivel del sistema inmunológico. Las células del sistema inmune captan las moléculas del medicamento que se está administrando, y son estas mismas células las que generan una respuesta benéfica  para el organismo. Es decir, en último término, son nuestras propias células las que promueven la mejoría, y es por esta razón que un tratamiento biorregulador de este  tipo es mucho más equilibrado y natural.

En contraparte, la medicina convencional (alopatía), trata las patologías mediante medicamentos químicos sintéticos. En los tratamientos de la medicina alopática convencional, los medicamentos químicos ejercen por sí mismos una acción en nuestro organismo, independiente de la respuesta inicial de nuestro organismo.

Los medicamentos químicos habitualmente son medicamentos “anti”: anti-inflamatorios, anti-bióticos, anti-alérgicos, anti-jaquecosos, anti-ácidos, anti-espasmódicos, etc. Esto quiere decir que se contraponen a una manifestación del organismo, bloqueando una respuesta del cuerpo, pero no colaboran en la resolución profunda del problema. En su mayoría son tratamientos sintomáticos: tratan únicamente los síntomas. Y  los síntomas suelen ser solo la punta del iceberg de la enfermedad. Un tratamiento biorregulador, ejercido mediante la Homotoxicología, permite desintoxicar, reparar y ayudar al propio organismo para tratar, además de los síntomas, la base del iceberg de  estas  enfermedades.

Uno de los beneficios más documentados frente a los medicamentos convencionales es la seguridad que ofrecen, así como la eficacia demostrada en numerosos estudios clínicos realizados en pacientes, con el máximo rigor científico y siguiendo los mismos parámetros que la medicina convencional. Todo esto avala que los medicamentos no solo son igual o más eficaces que los tratamientos convencionales, sino que son más seguros.

Los medicamentos homotoxicologicos son una alternativa eficaz  y segura para todos los pacientes, especialmente los más delicados o aquellos cuyas defensas están disminuidas; por ejemplo, los niños, personas con alergias, y pacientes que toman muchos medicamentos, con tratamientos de larga duración o durante el embarazo.

Otro beneficio es que estos medicamentos pueden ser utilizados por deportistas con base en que no tienen efectos de dopaje.

La Homotoxicología cuenta con los mismos beneficios que la Homeopatía, ya que su base fundamental es la ley de semejanza, y el origen de su creación está basado en ella.