Ozonoterapia
La Ozonoterapia es la exposición al ozono en dosis bajas y controladas, con el fin de ayudar a la cura de múltiples padecimientos.
A pesar de que el ozono fue utilizado durante la Primera Guerra Mundial como un poderoso cicatrizante, las dificultades de su aplicación y efectos secundarios no lo convirtieron en agente terapéutico hasta hace solo unas décadas.
Fue descubierto en 1840 por el químico alemán Christian Frederick Schönbein de la Universidad de Basilea en Suiza. Años más tarde, el doctor berlinés Albert Wolf lo empezó a aplicar en heridas sépticas de guerra (abscesos) durante la Gran Guerra y observó una mejor cicatrización en las heridas tratadas con ozono, consiguiendo una rápida desinfección. Posteriormente, Payr presentó sus trabajos sobre los efectos cicatrizantes del ozono en el Congreso de la Sociedad de Cirugía de Berlín en 1935. En esa misma época, el doctor Aubourg incluyó la Ozonoterapia por medio de insuflaciones rectales, a través del ano, para el tratamiento de infecciones vesicales y en patología intestinal.
Fue el mismo Aubourg quien descubrió que aumentaba el potencial oxidativo de la sangre, lo cual fue corroborado posteriormente por Weningy y Albers.
Así llegamos a los años 50 del siglo XX, cuando el doctor Hänsler inventó un aparato que le permitió dosificar el gas. Años más tarde, en 1972, se fundó la Sociedad Médica Germana de Ozonoterapia cuya actividad ha ido en incremento de forma considerable. Finalmente el ozono ha sido reconocido por la comunidad científica internacional como uno de los más poderosos oxidantes de la naturaleza. Junto a esta cualidad resalta su capacidad de interacción con los compuestos insaturados orgánicos (ozono lisis) que promueve la desintoxicación orgánica de una gran cantidad de sustancias.
La Ozonoterapia es una terapia que, utilizada correctamente por personal médico debidamente acreditado y utilizando generadores de ozono debidamente certificados, carece de efectos secundarios. Es a la vez natural porque recurre a un constituyente universal de la vida: el oxígeno (el ozono tiene 3 átomos de oxígeno, uno más que el oxígeno que respiramos).
“El ozono para uso medicinal es una mezcla de oxígeno-ozono, que se logra por el paso de oxígeno puro por una descarga eléctrica de alto voltaje y alta frecuencia. Esta reacción química, realizada por un equipo especial de electro medicina, produce un gas con distintas concentraciones de ozono, acorde a la patología y el tratamiento. El gas, al entrar en contacto con el organismo produce cambios químicos terapéuticos.
El oxígeno-ozono introducido en la sangre reacciona con los ácidos grasos insaturados convirtiéndolos en ozónidos y luego en peróxidos. El hierro de la sangre actúa como catalítico. Esta reacción hace que la hemoglobina libere oxígeno adicional en el torrente sanguíneo. Dicha liberación de oxígeno se puede comprobar por el leve aumento de la presión arterial y el descenso de la presión venosa. Por otro lado, el aumento de los peróxidos favorece la oxidación celular y fortalece el sistema inmunológico.
El ozono cura porque mejora el metabolismo en forma integral. Por un lado, la circulación sanguínea mejora los tejidos afectados; por otro, el transporte de oxígeno y, por lo tanto el suministro de energía a las áreas inflamadas, es mejorado. El sistema inmunológico también es influenciado o estimulado de forma positiva.
El ozono también tiene un efecto vacuna, por cuanto fragmentos de virus, parcialmente destruidos, pueden funcionar como estímulo en la producción de anticuerpos. Además, como el ozono induce a una mayor agresividad de los leucocitos, hace que los virus sean atacados más rápidamente y con mayor fuerza.
También actúa como antitóxico, sin destruir los tejidos. Y por último, el ozono no puede ser inactivado por sistemas enzimáticos y por eso actúa sobre cualquier tipo de agresor.
La Ozonoterapia no es una medicina alternativa, sino que es considerada una medicina natural. Sobre la base de todos los conocimientos que requiere la aplicación del gas, instrumenta los tratamientos con ozono independientemente de la utilización de fármacos específicos o de los posibles desatinos de ellos.” (Prodmédica, “¿Qué es la Ozonoterapia?”: párr. 7)
Desde este punto de vista, la Ozonoterapia no tiene consecuencias colaterales con otros tratamientos. No compite, sino que es aleatoria a cualquier otra aplicación médica.
En el campo de la estética, son muchos los productos que ofrece la Ozonoterapia. Como el ozono es poderoso activador celular de la piel, existen cremas, geles y emulsiones para el tratamiento del cutis o la piel en general, combatiendo en gran medida la celulitis o como pantalla para las radiaciones solares.
El ozono también es utilizado como un potente inmunoestimulante, desactivador del dolor y antiinflamatorio.
Los tratamientos son rápidos y eficaces, consisten en un número de sesiones que varían en cantidad y duración, según la afección que se trata.
Formas de aplicación
Vía Local
Mediante una campana de vidrio o una bolsa plástica especial, acorde a las distintas partes del cuerpo (pierna, brazo, etc.).
Usos
Utilizado en patología vascular (Gangrena insaturada, ulceraciones, infecciones poli microbianas de pacientes diabéticos, cicatrización y desinfección de heridas, etc)
Vía Sistémica
Se le infiltran pequeñas cantidades de Ozono en puntos y por diferentes vías: sistémicas, subcutánea, submucosa, intraarticular, intramuscular, etc
Usos
Se aplica a pacientes con problemas de musculatura contracturada o dolorosa, en enfermedades inflamatorias de las articulaciones (Artritis, artrosis reactiva), hernias de disco (Bajo control de tomografía) etc.
Vía Rectal
Se realiza aplicando directamente el gas mediante una sonda fina al recto.
Usos
Se usa para inflamaciones o enfermedades intestinales, para la revitalización y recuperación de enfermedades virales.
Vía Tópica
A través de aceites y cremas. Estos productos al tomar contacto con el cuerpo, transmiten el ozono al organismo. El ozono es un gas inestable que se descompone fácilmente a una velocidad que depende de la temperatura.
Usos
- Bactericida.
- Virucida.
- Fungicida.
- Cicatrizante
Pero, a pesar de todas sus ventajas, la Ozonoterapia está contraindicada en casos de intoxicación alcohólica aguda, infarto cardiaco, alergias al ozono. Estas contraindicaciones son debido al pequeño aumento de la presión arterial.
El ozono actúa como antioxidante revitalizador; inmunomodulador (estimula los glóbulos blancos, lo que aumenta las defensas del organismo ante agresiones externas como las infecciones, y la detección de células mutágenas que pueden producir cáncer o enfermedades autoinmunes); además a nivel de los glóbulos rojos se incrementa la liberación de oxígeno generando un mayor transporte de oxígeno a las células, mejorando la función celular y la circulación en general; también es un poderoso germicida: elimina hongos, bacterias y virus.
Este conjunto de beneficios hace que las aplicaciones terapéuticas también sean muchas y para distintas enfermedades como las que a continuación se enumeran:
- Estrés, cansancio mental, síndrome de fatiga crónica, activación del metabolismo celular.
- Mejora la concentración, memoria, movilidad y sistema inmune. Carcinomas, esclerosis cerebral, Parkinson y demencia senil.
- Enfermedades oftálmicas, retinosis pigmentada, glaucoma, traumas oculares.
- Cáncer, tumores, degeneraciones celulares, fibrosis quística.
- Infecciones urinarias, insuficiencia renal, cistitis.
- Trastornos circulatorios: venosos, arteriales, linfáticos.
- Cirrosis hepáticas, hepatitis, hígado graso, piedras en la vesícula, toxicidad hepática por fármacos o quimioterapias.
- Inflamación de las articulaciones, enfermedades reumáticas en general, artritis, artrosis, osteoartrosis, hernias discales.
- Enfermedades vasculares degenerativas, tromboflebitis, varices.
- Afecciones cardiacas, cardiopatías, arterioesclerosis, taponamiento de arterias.
- Gangrena, úlceras diabéticas, pie diabético, heridas infectadas, enfermedades de la piel que provocadas por infecciones o mala cicatrización.
- Problemas intestinales, colitis ulcerosa, colon irritable, pólipos intestinales, problemas de la mucosa intestinal, eczema anal, fisuras y fístulas anales, hemorroides, etc.
- Prostatitis.
- Insomnio, migrañas, cefaleas y neuropatías.
- Osteoporosis, osteomielitis y osteocondritis.
- Afecciones renales.
- Infecciones genitales, vaginosis bacteriana, virus de papiloma humano, herpes genital, verrugas, enfermedad pélvica inflamatoria, inflamación crónica, resequedad vaginal y dispareunia.
- Esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de LYME, atrofia cerebral, quistes, astrocitomas, adenomas hipofisarios, etc.
- Embolia.
- Vértigo.
- Déficit de atención, síndrome de Down, irritabilidad, esquizofrenia.
- Impotencia sexual.
- Fibromialgia.
- Cicatrices, heridas resistentes a la cicatrización, dermatológicas en general (abscesos, fístulas, forúnculos, acné, etc.), quemaduras, hongos en general, herpes simple y zóster, herpes labial.
- Psoriasis, esclerodermia, vitíligo, virosis cutánea.
- Abscesos mamarios.
- Tensión muscular y dolor crónico.
La Ozonoterapia se utiliza con mayor frecuencia en las situaciones en que la medicina alópata no encuentra los efectos deseados.
En trabajos de investigación científica se ha comprobado que el Ozono aumenta la liberación de factores de crecimiento plaquetarios, potenciando y mejorando así los efectos de cicatrización y reparación de los tejidos propio del PRP.
Es decir que, al sumar ozono, podemos conseguir aun mejores resultados en menor tiempo.
Combinado con la Ozonoterapia, el PRP logra excelentes resultados en la reparación y cicatrización de los tejidos ya que potencia la acción del PRP.