Terapia Neural

La Terapia Neural no solo es un método sumamente eficaz para aliviar el dolor sino que además logra excelentes resultados en el tratamiento de diversas enfermedades agudas, crónicas y degenerativas.

Sus primeros exponentes fueron los hermanos y médicos alemanes Huneke, en 1925, después de colocar por “accidente” un anestésico local junto con otro medicamento para manejar la migraña a su hermana. El resultado positivo fue inmediato.

Desde ese incidente, partieron los experimentos con procaína, que es el anestésico principal que se usa y con el correr del tiempo, descubrieron que además tenía efectos a distancia. Es decir, curaba dolores cuando ponían la procaína en cicatrices.

El caso más conocido fue el de una señora con dolor de hombro a quien le aplicaron pinchacitos alrededor del hombro en varias sesiones.

Pasado algún tiempo, regresó diciendo al doctor Huneke que el dolor permanecía y que la cicatriz que tenía en una pierna, a raíz de una osteomielitis que sufrió cuando era niña, le había empezado a doler, la sentía inflamada, y deseaba saber si con los pinchacitos le ayudaba. Se le pinchó en la pierna izquierda y, sorpresa, se le quito el dolor del hombro derecho.

Este hecho sirvió para que los Huneke plantearan el término de “campos de interferencia”, que son los eventos en nuestra vida, cicatrices de todo tipo, inclusive emocionales, que generan un campo interferente en el sistema nervioso y eso puede manifestar síntomas a distancia.

Es una terapia que permite regular y equilibrar el sistema nervioso vegetativo mediante micro dosis de anestésicos locales inyectados en puntos dolorosos, cicatrices, gelosas, glándulas, ganglios y nervios periféricos con el fin de restablecer en el organismo el orden biológico alterado por la enfermedad y conseguir así la curación.

Para los que no confían en las terapias complementarias o alternativas, esta es una Medicina Biológica y es impartida solo por médicos especializados, ya que se emplean instrumentos médicos como jeringas y agujas de diferentes calibres, realizando infiltraciones en diferentes estructuras anatómicas, el médico especialista deberá contar con conocimientos anatómicos neurológicos y músculo esqueléticos.

El doctor González, de la Sociedad Chilena de Medicina Biorreguladora (SOCHIMEB), nos dice que “la célula humana es una mini batería que contiene potasio en su interior y sodio en el exterior; la membrana celular tiene un potencial de acción de membrana, medida en milivoltios, que se maneja entre 40 y 90 milivoltios, y esta célula, mantiene un especie de respiración eléctrica, por decirlo así. O sea, se carga y descarga o se está polarizando y despolarizando continuamente. Es un movimiento iónico y energético real medido en mili voltios” (Vargas, 2013: párr. 10).

Agrega que cuando la célula o el tejido celular se enferma, bajo el punto de vista de la Terapia Neural hay una despolarización crónica o sostenida. En otras palabras, que el umbral energético de ese tejido está por debajo de lo normal, causando los síntomas.

La procaína tiene grandes propiedades repolarizantes y lo que se hace es un shock eléctrico, que eleva el potencial de acción entre los 250 milivoltios. Dicho impulso hace que la célula empiece otra vez a retomar su nivel energético de base. Luego, se espera que el sistema nervioso haga su lectura y la mandé a través de todo el sistema nervioso, de una manera completa y casi inmediata.

Todas las células están interconectadas a través de la matriz extracelular con el sistema nervioso, así que toda acción sobre la matrix extracelular genera una reacción de sensibilidad en todo el sistema nervioso. Por ejemplo, una persona que solo se enfermó del hígado o el estómago puede tener manifestaciones en el hígado, pero todo el sistema está enfermo.

Además, la Terapia Neural tiene múltiples propiedades, si hay algo que está en hiperactividad, la baja y si está en hipoactividad, la sube. De ahí que se afirme que es biorreguladora, biorremodeladora o auto-eco-organizadora, porque la filosofía que la sustenta es que “todos somos parte de un cosmos y no podemos abstraernos que somos seres insertos en un macrocosmos y que adentro tenemos microcosmos, lo de arriba es abajo, adentro es afuera” (Vargas, 2013: párr. 15). De acuerdo con el doctor González todo está interrelacionado.

El médico hará la historia clínica y anotará también los eventos emocionales, junto con los tratamientos médicos y dentales a los que se haya sometido el paciente, ya que son grandes generadores de “campos de interferencia”.

Se aborda desde la piel haciendo infiltraciones superficiales, llamadas pápulas, con clorhidrato de procaína al 0.7% carente de efectos secundarios. Esto provoca que se mande un estímulo al sistema nervioso periférico, es decir, a todos los receptores que hay en la piel, para después estimular los órganos internos a través de la vía refleja, por lo que no es necesario trabajar los órganos directamente sino el plexo nervioso que genera sensibilidad.

Cada persona tendrá una respuesta individual y única por lo que no hay un punto determinado para una enfermedad.

Incluso, la respuesta biorreguladora que se espera puede ser la de equilibrar emociones y si es el caso, se liberan  trastornos emocionales que tengan origen en el pasado o en un algún evento traumático, dando pauta también para realizar un trabajo psicoterapéutico en paralelo y una sanación profunda. “Mente, órganos, emociones y tejidos están conectados a una misma red nerviosa (Sistema nervioso central y periférico o vegetativo)”.

El número de sesiones depende de la respuesta al tratamiento y de lo crónico de la enfermedad. El médico especialista complementará su tratamiento con otras formas médicas como la Homeopatía, la Homotoxicología, Biorresonancia, etc.

Mediante infiltraciones en puntos específicos, según la historia de vida de cada persona, el sistema nervioso buscará un nuevo orden de mayor equilibrio, en el cual, el dolor, la infección, la alergia y el desarreglo hormonal desaparecerán.

Esto son algunos padecimientos que pueden sanar:

  • Migrañas, jaquecas y cervicalgias de todo tipo.
  • Patología ostioarticular, bursitis, artritis, artrosis, contracturas musculares, lesiones musculares, tendinitis, tendinosis, síndrome de túnel carpiano que no haya generado un daño grave.
  • Sinusitis agudas como crónicas.
  • Problemas tiroideos y de la zona de la garganta.
  • Problemas pulmonares y estados asmáticos.
  • A nivel digestivo: gastritis, reflujo, úlceras, etc.
  • A nivel abdominal, todo lo relacionados con intestino .
  • Problemas renales.
  • • Infarto miocardio.
    • Síndrome de déficit atencional.
    • Trastorno del sueño.
    • Dolores en general provenientes de patologías crónicas y autoinmunes.
  • Se puede tratar cualquier tipo de trastorno o desequilibrio llamado enfermedad en el cuerpo en cualquier edad, género o condición de salud

    Cada persona tendrá una respuesta individual y única por lo que no hay un punto nervioso determinado para una enfermedad.